Para
el hombre primitivo había dos señales que evidenciaban la separación
entre vida y muerte. El movimiento y el sonido. Los ritos de vida y
muerte se desarrollan en ésta doble clave. Danza y canto se funden como
símbolos de la vida. Quietud y silencio como símbolos de la muerte.
El
hombre primitivo encontraba música en la naturaleza y en su propia voz.
También aprendió a valerse de rudimentarios objetos (huesos, cañas,
troncos, conchas) para producir nuevos sonidos.
Hay
constancia de que hace unos 50 siglos en Sumeria ya contaban con
instrumentos de percusión y cuerda (liras y arpas). Los cantos cultos
eran más bien lamentaciones sobre textos poéticos.
El término "música" proviene del griego "musiké" (de las musas). Por eso la paternidad de la música, tal como
se la conoce actualmente, es atribuida a los griegos. En la mitología
griega, las musas eran nueve y tenían la misión de proteger las artes y
las ciencias en los juegos griegos.
La
música, en general, se había convertido en mero entretenimiento, por lo
que el músico perdió mucho de su nivel social. La enseñanza musical
acusó un gran descenso en las escuelas, y los griegos y romanos de las
clases elevadas consideraban degradante tocar un instrumento.
La
división entre el ciudadano y el profesional ocasionó el divorcio
social y artístico que en nuestro tiempo todavía afecta a la música
europea.
Por ello...
Disfrutemos de la música como si la hubiésemos descubierto por primera vez.
"Sin música la vida sería un error".
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